Los
vetones eran un pueblo prerromano de la
Península Ibérica. Su asentamiento se produjo entre los ríos
Duero y
Tajo, principalmente en el territorio de las actuales provincias de
Salamanca,
Cáceres,
Ávila, y
Toledo.
De la época de los
vetones, que dejaron como herencia múltiples
verracos en piedra dispersos por la geografía, data también el juego tradicional de
La Calva. Hoy en día este deporte se juega prácticamente sólo en Salamanca y Ávila.